domingo, 12 de enero de 2014

Movimiento Dionisíaco

Engendraste al ser de la bebida,
al ente de la locura y los excesos,
delirio personificado,
demencia libre y
poderosa.

Eres el cristal que se apodera de mi alma,
el sonido intelectual de la lujuria,
el acto de los extasiados,
manipulación de tus senos,
de tu carne y los miembros ardientes,
ven como una bala atormentada,
como un sueño como una hoja,
un paisaje ensangrentado,
botella de violetas,
perfumes de las hembras en celo,
suelta las prendas y quítame los ojos,

bella como el viento en mi rostro,
tierna como las montañas
pero azul marino cuando te poseo.